
Imagen: eldiario.es
Ángel Llavero, consejero delegado de Sicnova 3D señala en el artículo de eldiario.es:
“Una
vez que los niños tienen una visión espacial de los objetos, pueden desarrollar
su creatividad”
La potencialidad de este recurso reside en su utilidad
como método para ensayar la realidad.
Esto es puesto en práctica cada día por artistas antes de
comenzar su obra, por arquitectos antes de tomar decisiones que influyan en la
realidad, por ingenieros antes de dimensionar cualquier pieza mecánica,…
Por otro lado, desde la aparición de sistemas como las
impresoras 3D o los sistemas de corte por control numérico (CNC), el proceso
que conduce desde la concepción de ideas hasta su producción material se ha
acortado mucho hasta el punto de permitir a cualquier persona disponer de una
máquina doméstica capaz de construir un objeto que tan sólo ha tenido que
representar gráficamente a través del software adecuado.
Esta realidad hace que el proceso que hace poco terminaba
con la explicación en las aulas del sistema cónico, pueda dar un paso más y
permitir a los alumnos observar la repercusión directa de los objetos que están
representando así como la aplicación de conceptos teóricos en tiempo real de un
modo totalmente interactivo.
Hemos comenzado a hablar sobre los bocetos. En los
siguientes posts hablaremos sobre la representación en el sistema diédrico,
axonometrías y perspectiva cónica. Pero la representación del volumen puede (y
debe) dar el salto del papel al objeto físico.
Esto debería hacernos cuestionar los métodos actuales y
así plantear una enseñanza del dibujo técnico que se apoye en los softwares de
representación 2D y 3D, sus aplicaciones en la producción de objetos, así como
en su potencial para producir y reflexionar sobre todo tipo de formas y
volúmenes.
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